Crêpes dulces
  • 1 taza de leche entera
  • 1 taza de harina
  • 1 huevo
  • 1 bote de crema de cacao y avellanas, o de dulce de leche, o mermelada de naranjas y virutas de chocolate

Mezclamos la leche, la harina y el huevo en la batidora de vaso. Con la ayuda de un cucharón vamos vertiendo la mezcla en una sartén antiadherente. Movemos la sartén hasta que cubra toda la base. Dejamos cocinar a fuego medio-alto por 2-3 minutos. Cuando se despegue de la sartén y se mueva sin problemas, está lista para darle la vuelta.

Lo podemos hacer con una cuchara de madera, con la mano o, si practicamos, solo con el movimiento de la sartén. Una vez que le damos la vuelta, bastará con un minuto o dos para terminar de cocinarla. La retiramos de la sartén y la dejamos reposar en un plato mientras seguimos haciendo más crêpes.

Una de las opciones más sencillas y deliciosas, es comprar un bote de crema de cacao y avellanas, y esparcirlo con ayuda de una espátula o de una cuchara sobre la crêpe. Enrollarla y comerla fría. Es un manjar… (yo mezclo el chocolate con un poco de mermelada de naranja y el resultado es espectacular).

Y hablando de manjar, que así se llama en mi tierra al dulce de leche, podemos untar las crêpes con esta delicia y dejarnos fascinar por un momento de máximo placer. La ventaja es que ahora es fácil de encontrar casi en todos los supermercados. Y el toque extra se lo podemos dar dejando caer unas gotitas de licor (orujo o pacharán) sobre el dulce de leche antes de enrollarla.

La otra opción irresistible es la de untar la crêpe con mermelada de naranja y espolvorearla con virutas de chocolate. ¡Mi favorito!

La versión para fanáticos absolutos del dulce: agregamos ralladura de chocolate o chocolate fondente derretido sobre la crêpe de dulce de leche como adorno. ¡Una mezcla explosiva!