Crumble de manzana
  • 1 kilo de manzanas golden peladas y cortadas en trozos
  • El zumo de medio limón
  • 130 gramos de azúcar moreno
  • Canela en polvo
  • Una pizca de clavos enteros (la especia, por supuesto)
  • 75 gramos de mantequilla cortada en dados
  • 175 gramos de harina
  • 2 cucharadas de té de levadura en polvo
  • 120 gramos de almendras picadas

Ponemos las manzanas en una fuente apta para horno, rociamos con el zumo de limón, 2 cucharadas grandes de azúcar, una pizca de canela y una pizca de clavos. Reservamos.

Aparte, con las manos mezclamos en un bol la harina, la mantequilla, la levadura en polvo, una pizca generosa de canela y el resto del azúcar. Después añadimos las almendras y volvemos a mezclar bien, como haciendo migas con la mezcla. Este es el verdadero secreto del Crumble, la masa "migosa" que después de hornear queda crujiente y sabrosa.

Vertemos esta mezcla sobre las manzanas reservadas, aplastamos bien con los dedos y horneamos durante 40-45 minutos a 190ºC o hasta que la masa esté dorada y crujiente.

Servir templado o frío. Se puede acompañar de helado de vainilla o servir solo. Los ingleses lo acompañan de custard, una crema de vainilla simplemente deliciosa (se puede encontrar en la sección internacional de grandes supermercados). También se puede servir con natillas de vainilla...

Nota: si tienes la suerte de contar con una tienda de productos ingleses o americanos y encuentras ruibarbo en almíbar, reemplaza las manzanas por el ruibarbo (Rhubarb en inglés). El resultado es espectacular. También se pueden mezclar ambos a partes iguales.