Pan casero
  • 570 gramos de harina de fuerza
  • 300 ml de agua
  • 1 cucharada de sal
  • 1 sobre de levadura para pan (en polvo, que equivale a unos 5,5 gramos). Si es fresca, serán unos 15 gramos.

En el bol de la batidora o en un bol grande, mezclamos los ingredientes. Con el gancho de amasar, mezclamos a velocidad mínima durante 5-7 minutos. Si la masa queda muy seca, agregamos agua poco a poco (una cucharada a la vez) hasta conseguir una masa elástica. Si queda muy húmeda, podemos agregar harina, también de una cucharada a la vez, hasta conseguir la textura deseada. Si lo hacemos a mano, el procedimiento es el mismo, salvo que tendremos que amasar bien durante 10 minutos.

Ponemos la masa en un bol enaceitado y dejamos levar unas 2-3 horas, en un lugar templado (temperatura ambiente), lejos de corrientes de aire.

Una vez que la masa ha levado, la amasamos hasta volver a su tamaño original para que la levadura se redistribuya por toda la masa y para sacar el aire. Hacemos una bola con la masa.

Ponemos la masa nuevamente en un bol enharinado o en un banneton (un accesorio de panadería que recomiendo tener) y dejamos levar durante 45-60 minutos.

A mitad del tiempo de levado, precalentamos el horno a 230ºC con la bandeja donde vayamos a hornear el pan dentro.

Una vez pasado el tiempo, ponemos el pan en la bandeja de horno, y le hacemos cortes con un cuchillo en la superficie, para que se abra y siga subiendo. Una “X” o un “#” está bien como corte…

Horneamos el pan 30 minutos, reducimos la temperatura a 190ºC y horneamos otros 20 minutos, hasta que la base suene hueca si le damos unos golpes con los nudillos. Apagamos el horno, retiramos el pan y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.