Pizza fácil
- 4 tazas de harina
- 1 1/2 taza de agua
- 1/3 taza de aceite
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 1 ½ cucharaditas de sal
Mezclamos los ingredientes en un recipiente profundo con un tenedor hasta que se forme una masa. Después, con las manos vamos amasando de manera enérgica en una superficie plana y enharinada (una pizca de harina bastará). Una vez que esté la masa lista, se deja reposar unos 10 minutos a temperatura ambiente.
Nota: Muchos se preguntarán la forma de saber si la masa logra la textura adecuada. Es muy simple. Una masa bien preparada, no se pega en los dedos ni en la superficie, es suave al tacto y se maneja con facilidad en las manos. Si notamos que al preparar la mezcla, se pega mucho en los dedos, vamos agregando harina poco a poco (cucharada por cucharada) hasta notar que deja de pegarse. Es lo más fácil de solucionar. Si por el contrario, queda muy seca y resulta dura almomento de amasarla, es que le falta humedad y la solución es más difícil de conseguir. Esto se soluciona mojándose los dedos en agua tibia y continuar amasando hasta que se una todo con facilidad. Si todavía la notamos seca, vertemos un chorrito de aceite sobre la masa y lo vamos esparciendo con los dedos, hundiéndolos en la masa. Volvemos a amasar suavemente y ya está.
Lo más importante es amasar bien, sin temerle a la masa que, si la hacemos bien, se convertirá en nuestra mejor aliada.
Enaceitamos un molde para horno (la misma bandeja del horno sirve) y extendemos con cuidado la masa para que cubra toda la superficie. Para enaceitar, vertemos sobre la bandeja del horno o la fuente seleccionada un chorrito de aceite. Cogemos un trozo de papel de cocina y con él extendemos el aceite por toda la base. Con ello nos aseguramos de enaceitar bien y de que no quede aceite en exceso.
Con ayuda de un pincel de cocina (silicona) o una cuchara, pintamos la superficie de la masa con tomate frito, pinchamos la masa con un tenedor y horneamos 10-12 minutos a 200ºC. Retiramos del horno y ponemos el relleno que queramos sobre la masa… las posibilidades son infinitas. Una vez puesto el relleno, se vuelve a meter la pizza al horno el tiempo necesario.
(En la foto, la pizza está hecha con tomate, queso gouda, anchoas y orégano… ¡mi relleno favorito!)
Se pueden hacer variaciones con la masa: agregarle orégano, romero, perejil, albahaca fresca, pimienta, nueces bien picadas, aceitunas negras picadas, etc., para darle un toque distinto. Eso sí, hay que tener siempre en cuenta que vaya acorde con el relleno.