Pesto
  • ¾ taza de aceite (recomiendo mezclar aceite de oliva con otro más suave, para que el sabor del primero no enmascare el de los demás ingredientes)
  • 1 diente de ajo grande
  • 1 ½ tazas de hojas de albahaca lavadas
  • Piñones
  • Sal y pimienta
  • 2 cucharadas grandes de queso en polvo

Ponemos todos los ingredientes en un recipiente muy profundo y mezclamos con la minipimer. Si se quiere hacer a mano, se pica todo muy pequeño y en un mortero se van triturando todos los ingredientes, agregando el aceite poco a poco.

Hay muchas formas de preparar el Pesto, ya sea por tradición familiar o por limitaciones estacionales. Como sabemos, la albahaca fresca no se encuentra fácilmente todo el año. Por ello, he probado a hacer el Pesto con hojas de espinaca cruda, perejil, cilantro (en poca cantidad) y se le puede dar toques especiales con menta, tomillo, laurel o salvia. Es cosa de tener imaginación.

Uno de mis clásicos es el de hojas de espinaca con un toque de perejil y cebollino.

El Pesto es una pasta suave y de sabor intenso que es mejor utilizar a temperatura ambiente sobre la pasta cocinada al dente y acompañado de queso en polvo, que absorberá el exceso de aceite y le dará la consistencia adecuada al plato.