Jacket Potatoes
  • 4 patatas grandes
  • 3 filetes de pollo deshuesados, sin piel y sin grasa
  • 2 zanahorias medianas ralladas o cortadas en trozos muy pequeños
  • 4 cucharaditas de mantequilla
  • 100 gramos de queso Cheddar o Gouda
  • 2 aguacates maduros
  • 1 cebolla cortada en cubitos pequeños
  • 1 bote de nata espesa para cocinar
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta

Precalentamos el horno a 190-200ºC.

Sin quitarles la piel, lavamos cuidadosamente las patatas en agua fría. Las secamos bien con un paño o con papel de cocina. Las untamos con abundante aceite, las espolvoreamos con sal y pimienta, y las ponemos en una fuente para el horno. Con un tenedor, trinchamos bien las patatas por todos lados, cuidando de no destrozarlas, para que absorban mejor el aceite y la sal. Las metemos al horno y las cocinamos unas dos o tres horas, dependiendo del tamaño. Para verificar su cocción, con un cuchillo pinchamos la patata, que debe estar blanda por dentro.

Mientras horneamos las patatas, preparamos el pollo. Lo cortamos en trozos pequeñosy lo salteamos en aceite de oliva junto con la cebolla y la zanahoria, hasta dorarlo. Bajamos el fuego, agregamos la nata, salpimentamos y dejamos cocinar suavemente 5-10 minutos. Retiramos del fuego y reservamos.

Aparte, pelamos los aguacates a lo largo, quitamos el hueso y, con la ayuda de un tenedor, los machacamos bien y formamos una pasta. Reservamos.

Una vez que están listas las patatas, las retiramos del horno, ponemos cada una en un plato y las cortamos en cuartos (haciendo una cruz), sin llegar a separar del todo las partes para que se abran y quede un hueco en el centro. Ahí pondremos una cucharadita de mantequilla, un trozo de queso, dos cucharadas de la mezcla de pollo templada y una cucharada abundante de aguacate. Repetimos el proceso con todas las patatas y listos para comer. Esta preparación es una entre miles de posibilidades. ¡Echa a volar tu imaginación y rellénalas a tu gusto!