Calabacines al horno
  • 4 calabacines grandes y gruesos
  • 1 huevo
  • 3 cucharadas de harina o media taza de migas de pan remojadas en dos cucharadas de leche
  • 2 cebollas medianas picadas en cubos pequeños
  • Sal, pimienta
  • Aceite de oliva
  • Queso Parmesano rallado o en polvo

Lavamos bien los calabacines, cortamos las puntas y luego los partimos por la mitad a lo largo. Los ponemos en una olla grande con agua fría y sal, y los cocinamos hasta que estén blandos (45 minutos aproximadamente).

Escurrimos los calabacines con mucho cuidado y, con una cuchara, quitamos cuidadosamente el interior, dejando la piel de un grosor aproximado de 1 centímetro. Colocamos la piel en una fuente grande para el horno y reservamos. Mientras, vamos precalentando el horno a unos 200ºC.

Escurrimos nuevamente el interior de los calabacines para que terminen de perder el agua. Mientras, en una sartén freímos la cebolla en dos cucharadas grandes de aceite de oliva hasta que quede transparente. Salpimentamos la cebolla, retiramos del fuego y reservamos.

En un bol, mezclamos la cebolla, el relleno de los calabacines, el huevo y la harina. Verificamos la sal y mezclamos hasta que quede una pasta homogénea.

Rellenamos los calabacines que teníamos reservados en la fuente para el horno cuidadosamente con una cuchara, vigilando que el relleno no se salga por los bordes. Espolvoreamos con el queso en polvo y lo llevamos al horno unos 25 minutos o hasta que estén gratinados por encima. Se pueden servir calientes, templados o fríos, acompañados de ensalada de tomates, arroz o verduras salteadas.

También se pueden servir como entrantes, sin acompañamiento o con unas rodajas de tomate fresco.