Guacamole
  • 4 aguacates maduros, pelados y sin hueso
  • 2 tomates grandes maduros y sin piel
  • 1 cebolla mediana cortada en cubitos muy pequeños
  • Sal
  • El zumo de un limón

En una fuente profunda, y con la ayuda de un tenedor, aplastamos los aguacates hasta formar una pasta suave y cremosa. Agregamos la cebolla y seguimos aplastando y mezclando con el aguacate, para que se integren los sabores. Agregamos el zumo de limón, para evitar que el aguacate se ponga negro.

Hay quien prefiere hacerlo poco a poco: un aguacate, un poco de cebolla y así hasta acabar con ambos ingredientes. Es una opción, pero si el tiempo apremia, se puede hacer todo a la vez.

Después, agregamos el tomate y seguimos mezclando bien con la ayuda del tenedor. Ponemos una cucharadita de sal y verificamos. Si le falta, podemos corregirlo. Si nos hemos pasado, podemos agregar otro aguacate y medio tomate más para suavizarlo.

Excelente como acompañamiento para nachos, patatas fritas, cruditès o trozos de pan.

Nota: Dale un toque de picante para paladares más exigentes.